El método – ayer y hoy – Especial nro. 2: Los teólogos y su libre albedrío. Teólogos que han apostatado informan
¿Qué ocurre cuando una persona joven decide estudiar teología y además va al seminario católico o a un seminario para pastores protestantes? Después se convierten en sacerdotes, pastores o profesores de religión y permanecen vinculados ideológicamente a su confesión durante toda su vida profesional y también después. A menos que ya no quieran esto más y abandonen su Iglesia.
En este programa, un excura protestante, un antiguo profesor de religión católica, que durante sus estudios cambió su objetivo profesional de sacerdote a profesor, y otro teólogo protestante, que abandonó la Iglesia tras completar sus estudios de teología, cuentan sus experiencias.
De esto forma parte el conflicto de ver cada vez más contradicciones entre Cristo y la Iglesia; por ejemplo, la enseñanza de Jesús de Nazaret dice «El que toma la espada perecerá por la espada», mientras que las Iglesias siempre han justificado las guerras y la violencia, en nuestro tiempo con la excusa de ser este supuestamente el «último recurso».
Uno de los temas que también se tratan en este programa es el libre albedrío, que –como pocos miembros de la Iglesia saben– la doctrina luterana niega en lo que respecta a las convicciones, que según dicha Iglesia, son necesarias para la salvación del alma. Ellos estarían dirigidos entonces por «Dios» o por el diablo.
Sin embargo, una sociedad democrática y una convivencia responsable entre las personas se basan fundamentalmente en el libre albedrío de los ciudadanos en todo lo que hacen. Esto se vuelve difícil, por ejemplo, para los teólogos que de jóvenes se han comprometido con una determinada confesión, con sus dogmas y confesiones. ¿Qué pasa cuando una persona se da cuenta de que ya no está de acuerdo con todo, o cuando decide no querer seguir con esto en el futuro? En la Iglesia vaticana, contradecir incluso un solo dogma trae consigo para todas las personas una maldición, que después de la muerte ha de arrastrar al castigo eterno en el infierno.
¿Qué experiencias ha hecho entonces las personas que siguieron el camino de la teología, pero luego en algún momento terminaron de una vez con ello, incluso hasta el punto de salirse de la Iglesia?
¿Qué tienen que decir hoy exteólogos sobre el tiempo que estuvieron en las Iglesias institucionales y como honestos buscadores de la verdad y personas del Espíritu Libre después de salirse de la Iglesia?
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